Nuestro foco siempre está en la aplicación práctica
La consistencia es un elemento crítico para alcanzar el éxito.
En este negocio, la aplicación práctica se centra en ofrecer día a día unos fundamentos básicos de forma implacable. Nuestra intención es conseguirlo de una forma impecable, siendo conscientes de que nos quedaremos cortos. Pero con esta mentalidad, estaremos seguros de que hacemos todo lo que está en nuestra mano para satisfacer a nuestras partes interesadas.
Aplicando un enfoque 80/20 a lo que hacemos
Utilizamos un proceso basado en los datos para definir las partes de nuestro negocio que generan mayor valor, así como las áreas en las que tenemos mayores oportunidades de éxito en el futuro.
Partiendo de esta premisa, podemos dar forma a nuestras estrategias, asignar nuestros recursos y dedicar nuestro esfuerzo a estos aspectos vitales específicos. Damos prioridad a los aspectos más importantes y simplificamos los demás en todo lo que hacemos durante nuestro día a día.
Priorizando lo que más importa
No todo se crea de la misma manera.
También es este el caso en los negocios, donde determinados clientes, productos e incluso procesos son más importantes que otros a la hora de impulsar a la compañía hacia el éxito. Es de vital importancia que seamos capaces de comprender cuales son estos aspectos críticos, y que prioricemos su desarrollo durante nuestra actividad cotidiana.
Simplificando y reduciendo la complejidad en todos los aspectos
La complejidad puede acabar con una empresa de forma inadvertida.
Crea desperdicios, costos innecesarios y una distracción general respecto de aquellas cosas que de verdad importan. Eliminando el exceso de complejidad y simplificando los procesos implicados en la complejidad restante, podremos concentrar nuestra energía en las tareas y clientes más productivos y significativos.